La palabra ecosistema fue asociada a temas ambientales durante muchos años. Al hablar de ecosistemas, pensábamos en los diferentes tipos que estudiamos en nuestras clases de “ciencias naturales”, cuando cursábamos la educación básica. Y claro, lo pensábamos como una parte integral de la ecología.
Ahora, el concepto de ecosistema se está utilizando cada vez más en temas asociados al desarrollo tecnológico. Y una de las razones es pensar en el ecosistema como este gran conjunto de relaciones que se tienen para que se logren equilibrios (y se generen “proyectos” al asociarlo a temas de industria). En la naturaleza, muchas especies colaboran y aprovechan recursos para lograr un balance en sus áreas específicas.
Cuando lo analizamos con detalle, muchos factores económicos y de desarrollo, tienen que ver con colaborar en el ecosistema. Sin embargo, a diferencia de lo que pasa en la naturaleza, los seres humanos debemos valorar, participar y aprovechar más nuestros “ecosistemas” ligados a cadenas de valor.
Por eso, es cada vez más frecuente asociar la innovación a los ecosistemas. Conocer el entorno, sus necesidades, sus interacciones, sus actores principales, ayuda a desarrollar ese “instinto” para la innovación. Hoy, con el entorno que enfrentamos día a día, de constantes cambios y presiones, debemos darle peso y fomentar nuestra participación en los ecosistemas.
Tuvimos hace algunas semanas la visita de expertos en temas de innovación de la Universidad de Loughborough (Londres, Inglaterra), quienes están realizando una investigación sobre el papel de las interacciones dentro del ecosistema y cómo impactan a la innovación.
Ellos nos hicieron notar cosas que son muy obvias para los actores del “ecosistema” de TI de Jalisco: las relaciones personales superan a las relaciones institucionales, la industria busca colaborar con organizaciones de diferentes áreas sociales (gobierno y academia) y existen organismos (como el IJALTI) que provocan este entorno.
¿Esto pasa en todas las ciudades importantes en TI del mundo? La respuesta es no. Construir el ecosistema y hacerlo crecer no es una tarea fácil. Incluso, este equilibrio es frágil. Por esa razón, todos debemos seguir colaborando e impulsando este gran ecosistema que hemos creado.
Ing. Luis Alberto García
Director General
IJALTI